¿Y Si el Yoga No fuera Ejercicio, sino un Camino para Volver a Ti?

Descubre cómo esta práctica puede ser un camino de sanación y reencuentro contigo mism@, incluso si nunca antes lo has intentado. Y es que cuando el alma quiere respirar, quiere ser reconocida, el cuerpo puede mostarle el camino. Así es el yoga cuando se convierte en refugio y no en exigencia.

Cómo el Yoga puede Ayudarte a Sanar, aunque Creas que no es Para Ti

Son cada vez más, las personas que sienten un llamado profundo, como un desencanto de la vida. De repente sienten que nada de lo que antes era suficiente, ahora les llena, como una especie de vacío existencial. Una sensación de que algo está esperando, justo al otro lado de una puerta que aún no han abierto. Un grito interno que necesita ser escuchado.

Tal vez tú eres una de esas personas y has sentido, o sientes eso también. Pues déjame decirte que, puede que esa puerta que todavía no has abierto sea el yoga. En mi caso y en el de muchísimas personas así ha sido.

¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir… el yoga cambió mi vida por completo o el yoga me salvó?

Sin embargo, la mente siempre está ahí para evitar que salgas de tu zona de confort, para que te mantengas en una jaula «cómoda y segura». Y con ella, todos sus argumentos:

No soy flexible, nunca he hecho ejercicio, no tengo tiempo, no voy a saber hacerlo bien, ya es tarde para mí, soy demasiado nervioso, bla bla bla.

Y sin embargo… sigues con esa sensación de desasosiego.

El Yoga Como Regreso, no Como Logro

Son muchas las personas que creen que el yoga es una actividad física más. una manera de adelgazar, tonificar, hacer posturas…

Tampoco se trata de encender un incienso, una vela, cantar mantras…

Todo eso es solo la superficie, lo que se ve desde fuera, pero realmente estamos hablando de la práctica más antigua, profunda y transformadora que existe a todos lo niveles de autoconocimiento. Definitivamente es un camino de regreso a ti.

Te enseña a prestar atención a tu cuerpo, a su movimiento, a la respiración. Y la unión de todo esto hace que el ruido externo se disuelva en los momentos de práctica. Aparece la concentración, la escucha interna. Desaparece la autoexigencia, porque no tienes que demostrar nada a nadie, porque nada importa en ese momento en el que mente, movimiento y respiración se unen en un solo ser, autentico y sobre todo, amoroso.

El significado en sánscrito de la palabra yoga es unión, y de verdad que eso es lo que puedes esperar cuando empiezas a practicar, la unión o conexión con algo más profundo que ha estado dormido durante mucho tiempo. Y para esa unión necesitas todo lo que traías el día en que viniste al mundo, nada más, esas son tus herramientas. Necesitas la totalidad de lo que eres y nada de lo que no eres.

Sanar Desde el Cuerpo: Cuando el Alma también Quiere Respirar

Muchas personas llegan al yoga por una razón que no siempre pueden explicar.
A veces es el estrés, el insomnio, la ansiedad.
Otras veces es el duelo, el agotamiento crónico, la tristeza sin nombre.
Y otras, simplemente, un silencio que se ha hecho demasiado grande por dentro.

El cuerpo empieza a doler, no porque esté roto, sino porque te está llamando.
Porque lleva tiempo acumulando tensiones, emociones reprimidas, gestos que nunca se completaron.

Y entonces sucede algo: alguien te invita a respirar.
A moverte despacio.
A cerrar los ojos.
Y el cuerpo, que parecía de piedra, responde.
No con flexibilidad, sino con alivio.

Quizá tiemble.
Quizá se ablande.
Quizá llore.

Y ahí empieza el yoga.
En ese instante en que algo dentro de ti se siente a salvo por primera vez en mucho tiempo.

En mi caso empecé por el dolor de espalda, y en la primera clase que tomé sucedieron tantas cosas dentro de mí, fue como cambiar de repente la percepción sobre mí misma y sobre mi cuerpo. A partir de ese momento empecé a mirar la vida con otros ojos. Empiezas a escuchar lo que tu cuerpo te habla con sus dolores y bloqueos, comienzas a volverte «blandita» y eliminas esos bloqueos a través de la respiración. Empiezas a habitar el cuerpo, a llenar con consciencia cada una de tus partes, a abrazarlas y darles lo que necesitan para volver a vivir.

Es esa conexión con todo lo que eres a niveles físico, energético, emocional, mental y espiritual, lo que hace del yoga el camino de regreso a ti. Y por supuesto es ahí cuando te das cuenta de cuanto daño te has estado haciendo durante toda la vida, de manera involuntaria, por ignorancia o falta de conexión, pero en cuanto lo reconoces, sin juicios, empiezas a darte lo que de verdad estabas buscando, amor.

¿Por qué Cuesta tanto Empezar?

Porque el yoga es un acto íntimo.
Y la intimidad asusta cuando llevas mucho tiempo huyendo de ti.

Es más fácil estar ocupado.
Es más fácil mirar hacia afuera.
Es más fácil no sentir.

Pero cuando decides extender una esterilla, aunque solo sea cinco minutos, estás haciendo algo muy valiente:
Estás diciéndole a tu cuerpo “te escucho”.
Estás diciéndole a tu alma “te dejo espacio”.
Estás diciéndote a ti mismo “aquí estoy”.

Y eso… eso es poderoso.

Por eso cuesta.
Por eso da miedo.
Porque el yoga no solo estira los músculos: despierta memorias.
Deshace nudos antiguos.
Rompe defensas que ya no necesitas.
Y te devuelve a ti.

Pero no estás sol@.
Cada vez que te tumbas en la esterilla, te acompaña una sabiduría ancestral. Y muchas veces en la práctica parece que no estés haciendo algo nuevo, sino recordándolo.

Empezar No Tiene que Doler

Te lo digo con el corazón en la mano:
No necesitas hacerlo perfecto.
No necesitas entender nada.
No necesitas un cuerpo distinto, ni más fuerza, ni más tiempo.

Necesitas darte la oportunidad, y puedes empezar de mil maneras distintas: tumbada, escuchando la respiración, visualizando, con un movimiento muy suave…

Y si un día no puedes más que llorar…
Eso también es yoga.

Un Primer Paso, si Quieres Tomarlo

Si has llegado hasta aquí leyendo, es que algo en ti ya ha empezado.

Así que quiero ayudarte a abrir la puerta.
Sin exigencias.
Sin presión.

Te comparto dos prácticas distintas, una meditación para que puedas tumbarte, cerrar los ojos y conectar con tu respiración, y una práctica de yoga para principiantes. Tómalas con toda la tranquilidad de que no estás sol@. Cualquier cosa que necesites, duda o ayuda, yo te acompaño, puedes escribirme un comentario que responderé con todo el amor del mundo.

👉 Meditación Guiada

👉 Yoga Para Principiantes

Puedes hacerlas en pijama.
Con sueño.
Con dudas.
Con miedo.
Pero hazla con presencia.
Y con la intención más hermosa de todas:
Volver a ti.

Porque el Yoga No es Ejercicio…

Es un puente.
Un refugio.
Una oración en movimiento.

Y tú no necesitas merecerlo.
Solo permitirte sentirlo.

Estás invitad@

🧡

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